Por: Samuel Escobar
Coordinador PAX en Cauca
“Nos piden no portar el bastón de mando (chonta), por recomendación del médico tradicional –The Wala- o Kiwe Te “, fue lo que expresó una indígena Nasa designada por la comunidad del resguardo de Tacueyó municipio de Toribío, para ocupar el cargo de autoridad bajo la nueva estructura de gobierno propio Ne´j we´sx para el periodo 2019-2021. ¡Su palabra! fue la respuesta al cuestionamiento directo que realizó otra autoridad al no verla portar su chonta, símbolo de autoridad ancestral y comunitaria.
Ella, al igual que un grupo de autoridades tradicionales del departamento del Cauca, fueron convocados, el pasado 1 y 2 de agosto, al encuentro de coordinación de jurisdicciones en las instalaciones de la “Cxhab Wala Kiwe,” (territorio del gran pueblo) – Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN). Este espacio de dialogo surge a raíz del capítulo étnico del Acuerdo Final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera (2016).
El objetivo del encuentro era continuar fortaleciendo los lazos de entendimiento entre la Jurisdicción Especial Indígena (JEI) y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). E de ellos, condenados por la JEI y que buscan que sus asuntos sean avocados por la JEP.
Mientras el dialogo entre jurisdicciones avanzaba, a pocos kilómetros del sitio del evento, en la vía que de Santander de Quilichao conduce al casco urbano de Toribío y que atraviesa el territorio ancestral del resguardo indígena de Huellas en Caloto, hombres armados terminarían con la vida del Kiwe Thegna (cuidador del territorio o guardia indígena), Gersaín Yatacué Escué, quien al momento de los hechos se desempeñaba como coordinador de la guardia indígena en la vereda San Julián de Toribío. Ante este cruel hecho, la autoridad indígena de Tacueyó decide abandonar “el dialogo jurisdiccional” y desplazarse al territorio, donde con las demás autoridades del Proyecto Nasa, convocan al gobierno nacional y organizaciones nacionales e internacionales a la realización de una audiencia pública, pues “nos están matando”, señala el comunicado en la página oficial del territorio del gran pueblo – Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca.
El pasado 4 de agosto de este año, la comunidad se concentró en el municipio de Toribío para la realización de la audiencia pública. Ese mismo día, los violentos frenarían la participación del Kiwe Te (sabedor ancestral), Enrique Güejia, quien además se desempeñaba como Autoridad Cabildo de Tacueyó. En este espacio público las autoridades indígenas del Proyecto Nasa, ACIN y CRIC invocando la presencia espiritual del sabedor ancestral asesinado , denunciaron ante la opinión pública nacional e internacional que los cultivos ilegales son esencialmente un problema del Estado y este los debe resolverlo en concertación con las comunidades.
“Este problema del narcotráfico y los cultivos ilegales se pudieron haber resuelto hace mucho tiempo si el Estado estuviera interesado en que este problema se acabara de raíz, pero se han empeñado faltando a los compromisos realizados con las familias cultivadoras, creando total escepticismo sobre la sustitución de cultivos y el paso a economías sustentables. Es así que el gobierno promete, pero luego incumple sin vergüenza y promueve la erradicación forzada y el glifosato, meten a algunas familias a la cárcel… y al final el problema queda sin resolverse de raíz”.
https://www.cric-colombia.org/portal/audiencia-publica-por-la-vulneracion-de-los-derechos-humanos-se-realizo-en-toribio/
Para el primer trimestre del 2018, la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía General de la Nación seccional Cauca, registró la presencia de ocho estructuras armadas ilegales impulsadas por sostener el negocio de las economías ilegales.
“En un grupo de 300 disidentes de las Farc agrupados en cuatro estructuras armadas, (1) El Sexto Frente de las Farc, (2) las terceras disidencias de las Farc, (3) Las disidencias de alias Pija y (4) las de Alias el Marrano. Para el mes de agosto del año 2019, el analista y politólogo, Ariel Ávila las clasificó las estructuras armadas ilegales así: Nuevo Sexto o Frente Sexto, Frente 30, y las columnas móviles Miller Perdomo, Jaime Martínez, Dagoberto Ramos y Jacobo Arenas. https://www.semana.com/opinion/articulo/las-guerras-del-cauca-por-ariel-avila/628773“
Semanalmente circulan panfletos a nombre de las Águilas Negras, los Rastrojos, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia y el cartel de Sinaloa, que incluyen amenazas de muerte contra líderes indígenas, afrodescendientes, campesinos. La policía nacional señala por su parte, que en Cauca no existe presencia de grupos armados y que los panfletos son documentos apócrifos. Llama la atención que uno de los panfletos a nombre del cartel de Sinaloa en los últimos días del mes de julio cumple su palabra al pie de la letra:
“este comunicado es para advertirle a toda esa gente que se hace llamar GUARDIA INDIGENA, les llegó su hora como no quisieron por las buenas entonces toco por las malas, desde hoy en adelante vamos a pagar por sus cabezas daremos una muy buena recompensa por cada uno de ustedes, de hoy empezamos con ustedes, así hagan esos tal CONTROL TERRITORIAL A nosotros sí nos tienen que respetar de ahora en adelante TODO EL QUE ANDE CON LOGOS DEL CRIC Y ESAS BANDERAS DEL CABILDO VAMOS A ACABAR CON USTEDES SE LES ADVIRTIO POR LAS BUENAS PERO NO QUISIERON…”
El pasado 10 de agosto atacaron con ráfagas de fusil un bus escalera y una camioneta en la que se trasportaba un líder indígena en la vía que desde el municipio de Caloto, conduce al casco urbano de Toribío. El atentado dejó como saldo trágico dos cuidadores del territorio fallecidos: Kevin Mestizo Coicué y Eugenio Tenorio, pertenecientes al resguardo de San Francisco y 5 personas más heridas: Leonel Coicué, Sandra Milena Pilcué, Aurelino Ñuscué Julicué, Julio Taquinás y Edinson Edgardo Rivera, de 7 años de edad. Unos días antes en el mismo trayecto cuatro cuidadores del territorio resultaron heridos mediante ataque con granadas.
Historias que se repiten en el territorio nasa
¿Por qué se repite la historia de atacar y señalar como objetivos de guerra a todo indígena que porte un símbolo de autoridad? Con la firma del Acuerdo de Paz, se esperaba que todo tipo de agresiones quedaran en el pasado. No debemos olvidar que, durante el conflicto armado, varios cuidadores del territorio fueron asesinados a manos de integrantes de las Farc, y durante el accionar del Bloque Calima de las AUC (1999-2004), algunas autoridades dejaron de portar su chonta o bastón también, buscando protegerse.
Desde el año 2001 las autoridades tradicionales decidieron retomar la práctica milenaria de salvaguardar el territorio con la creación de la guardia indígena. Sus prácticas de cuidado se basan en la defensa de la vida y la protección del territorio integrado. Sus acciones son neutrales, pacíficas y humanitarias y con ellas debemos recordar que, durante los momentos más cruentos de la guerra, lograron frenar tomas guerrilleras, la liberación del alcalde indígena del municipio de Toribío, Arquímedes Vitonás (2003) y un año después, la liberación del misionero extranjero Florián Arnol Benedite. Estas acciones le merecieron a la guardia indígena el Premio Nacional de Paz en el 2004.
Durante los procesos históricos de movilización – mingas del movimiento indígena -, la guardia ha tenido que afrontar y soportar también la violencia de algunos sectores del Estado. Un triste ejemplo de la chonta contra el fusil, se registró el 13 de octubre del año 2008, donde más de 10 mil indígenas del Cauca se concentraron en el resguardo de La María en Piendamó para exigir del gobierno nacional el cumplimiento de sus reclamaciones. Al día siguiente, más de mil efectivos del Escuadrón Móvil Antidisturbios – ESMAD –de la Policía Nacional y el Ejército Nacional, adelantaron el desalojo de la vía Panamericana por la fuerza, incluyendo disparos por parte de la Policía. Dos indígenas resultaron muertos y más de un centenar de ellos, lesionados, incluyendo miembros de la guardia quienes sólo portaban la chonta y la palabra.
No es entonces gratis el reclamo que actualmente hacen desde el territorio nasa: “nos han declarado objetivo militar y nos están tratando como tal…” “nos están dando trato de guerra“. “Somos un pueblo de paz que solo porta la chonta y la palabra, frente, al fusil y el terror de los actores armados, que nos señalan como funcionales al gobierno nacional”.
“Las autoridades ancestrales, las guardias milenarias y las comunidades indígenas somos el fruto de un largo proceso de lucha y pervivencia de los pueblos originarios, que ancestralmente hemos habitado estos territorios, en consciencia profunda del ordenamiento natural, revelado desde el mundo espiritual por la vivencia de la ley de origen. Nosotros llevamos 527 años luchando contra la invasión y la conquista del territorio por parte de, la corona española, terratenientes y multinacionales…Nunca coordinaremos acciones con la fuerza pública, pues estos obedecen a los intereses de las elites de turno y no aceptamos ni aceptaremos ningún actor armado en nuestro territorio, sea legal e ilegal. En cumplimiento de los mandatos seguiremos desarrollando las acciones de control territorial, desde la fuerza de la palabra, la razón y la chonta, amparados en la ley de origen y el derecho mayor que orientan nuestro gobierno propio”.
El líder indígena Héctor Fabio Casamachín, coordinador de la Guardia Indígena del resguardo de Huellas en Caloto, aparece en no menos de 14 panfletos o amenazas durante este año, sin contabilizar las llamadas y mensajes de texto donde amenazan su vida. Héctor señala que seguirán haciendo el control territorial con o sin chontas. Esperan del gobierno nacional el cumplimiento de los innumerables acuerdos incumplidos y exige a los actores de la guerra el respeto a la vida y el territorio, como lo solicitan las autoridades regionales del territorio del gran pueblo“Cuenten con nosotros para la paz, nunca para la guerra”.