El pasado 7 de junio en horas de la noche, fue asesinado en el municipio de Malambo, Atlántico, Bernardo Cuero Bravo, fiscal nacional de la Asociación de Afrocolombianos Desplazados (Afrodes), con lo cual se aumenta a 48 los líderes sociales que han sido ultimados en Colombia durante lo que va corrido 2017.
Este dirigente social ya había sido víctima de amenazas, intentos de asesinato y llevaba dos años exigiendo protección por parte de la Unidad Nacional de Protección, solicitud que nunca tuvo respuesta.
Afrodes en comunicado público que condenó el asesinato de su directivo señaló que “ha venido denunciado públicamente las recientes amenazas contra sus líderes en Cali, Cartagena, Bogotá y Soacha. También ha denunciado los más de 12 asesinatos de jóvenes afrocolombianos en Soacha y Bogotá en este año y los más de seis mil desplazados que desde la firma del acuerdo de paz se han presentado en el Pacifico colombiano sin que hasta el momento el gobierno nacional adopte medidas de seguridad y protección y se investiguen los asesinatos, todos estos hechos siguen quedando en la impunidad”.
Ante este nuevo crimen, las autoridades del departamento del Atlántico ofrecieron una recompensa de 13 millones de pesos a quien dé información que permita capturar a los sicarios del líder Cuero Bravo.
Según el coordinador de la Mesa de Víctimas, Misael Delgado, pese a que estaba amenazado a este defensor de derechos humanos le fue suspendida la protección hace seis meses y solamente contaba con un chaleco y un celular.
Por su parte, la Defensoría del Pueblo, afirmó que había alertado del riesgo que corría el líder social, pero las autoridades no tomaron las medidas suficientes.