“(…) Brisas del Macizo, (…) busca reunir e integrar a jóvenes del Cauca y de (…) Santa Rosa, y unificar diagnósticos y propuestas políticas, desde los pensamientos juveniles que habitan los diferentes corregimientos y veredas de Santa Rosa y demás municipios caucanos, para promover la participación activa en los ámbitos organizativos, sociales, ambientales, culturales, políticos, artísticos y de identidad, visionando un mejor estilo de vida en armonía con la madre naturaleza.
Una fuerte brisa que mueve a los jóvenes a trabajar por su comunidad y por el medio ambiente
En Santa Rosa, principal municipio de la bota caucana, existe una organización juvenil incluyente que busca la reconstrucción del tejido social y construir, desde la auto-gestión y la resiliencia comunitaria, su proyecto de vida colectivo.
Se llama“Fundación Brisas del Macizo”; toma su nombre de la estrella hídrica más importante de Colombia, el macizo colombiano. De ahí nacen los ríos Magdalena, Patía, Putumayo, Caquetá y Cauca. Es un área estratégica para la producción de agua, de altísimos niveles de biodiversidad florística, faunística y ecosistemas andino-amazónicos representados en ella.
Este grupo de jóvenes hace parte de un proceso autónomo pero articulado, años atrás al Comité de Integración del Macizo Colombiano (CIMA), integrado por organizaciones campesinas, afros e indígenas de quince municipios de Cauca y Nariño y han tenido una importancia histórica en las luchas por la reinvindicación de sus derechos, la búsqueda de la paz, la soberanía alimentaria, la defensa del territorio, los derechos humanos, los derechos de las mujeres y los jóvenes
Como fundación, Brisas del Macizo tiene como objetivo organizar a los jóvenes para la construcción de paz territorial, respetando las diferentes creencias, reconociendo la diversidad de cultura, y la protección y conservación de la diversidad biológica. Uno de sus propósitos –al que acompaña PAX- es poder mostrar, desde las vivencias de los jóvenes de Santa Rosa, los impactos del conflicto a la población de niños, niñas y adolescentes, con información complementaria al primer informe presentado a la JEP, por los representantes campesinos del municipio.
En su mayoría, los jóvenes que lo integran son hijos de campesinos. Su necesidad de estar organizados también les ha permitido buscar herramientas para debatir, participar e incidir en temas de importancia para el municipio de Santa Rosa y la vida política de la región y el país.
Reconocen especialmente la importancia ambiental del municipio. Una de sus apuestas, además de las iniciativas de protección de la riqueza natural, es la incidencia en las políticas públicas locales que permitan el reconocimiento de este grupo poblacional y de sus propuestas, para que sean tenidas en cuenta en el plan de desarrollo con un presupuesto que permita su realización.
Los jóvenes de “Brisas del Macizo” tienen una participación clave en las actividades que promueve la Mesa Interétnica e Intercultural, espacio formado, en un principio para dirimir dificultades en el relacionamiento de las comunidades indígenas de 8 resguardos (Yanacona e Inga), afros y campesinos, y que ha permitido construir confianzas y buscar elementos comunes, dentro de la diversidad de intereses existente entre ellos.
En todos sus aprendizajes como proceso juvenil, ven con suma importancia y responsabilidad, el poder institucionalizar actividades como “Encuentros de Jóvenes” y “tomas artísticas y culturales”. La última de estas actividades fue realizada en el corregimiento de El Descanse, en momentos en que en el país, se confirmaba, la llegada del COVID-19. En estos eventos se reiteran acciones que les han permitido, sensibilizar y empoderar a los jóvenes en diversidad biológica y cultural, aumentar y lograr mayor claridad en los temas de la realidad política del municipio, la región y el país.
“(…) Los prejuicios (…) acerca de las culturas y sociedades rurales, y la manera despectiva como se refieren a ellas, hacen que las juventudes opten por adquirir nuevos hábitos de vida y abandonen los territorios.
El potencial de Santa Rosa y sus futuras generaciones
Santa Rosa fue fundada en 1870 y está ubicada al Suroccidente del territorio colombiano, en el sur del Cauca, a 270 kilómetros de su capital (Popayán). Con extensión de 3.198 kilómetros cuadrados (Km²). Tiene una fuerte presencia indígena, y es reconocido por sus procesos de extracción de recursos naturales y por la llegada y tránsito de colonos. La mayoría de estos campesinos del Cauca, Nariñenses, que se adentraron en estos parajes alejados de los centros de consumo y desarrollo y espectaculares, por su paisajismo y naturaleza.
Gran parte de los campesinos de esta región han sido víctimas de desplazamiento y otros hechos victimizantes a causa del conflicto armado en la región. En su peor año de la guerra, tenía 6.000 habitantes y uno de cada 6 fue víctima directa o indirecta del conflicto.
La población de jóvenes jugó un papel primordial en el desarrollo del conflicto armado, pues la guerra se convirtió en un modo de subsistencia. Muchachos y muchachas tuvieron que enlistarse a grupos ilegales o en el ejército y/o fueron víctimas de reclutamiento forzado. La población, sin empleo y oportunidades, fue blanco para cualquiera de los actores y esto se vió reflejado en el gran número de víctimas rurales.
PAX Colombia ha trabajado con esta comunidad para respaldar procesos relacionados con la Mesa Inter-étnica eIntercultural. Fue así como en el 2019, apoyamos la realización -junto con- otras entidades y organizaciones, de un diplomado de “Turismo de Naturaleza”, en donde con ejercicios exploratorios del territorio y sus bases legales, se socializó la Acción de Tutela que dio origen a la conservación y protección de la Amazonía[1], que incluye a tres municipios del Cauca, entre ellos Santa Rosa.
El diplomado contó con la participación de 65 líderes muchos representantes de la Mesa Inter-étnica e Intercultural, provenientes de la cabecera y los tres corregimientos (El Descanse, San Juan de Villalobos y Santa Martha). La idea, potenciar sus fortalezas ambientales, abanderadas por este proceso social y dejar atrás un pasado obscuro de violencia y abandono estatal.
Otro gran esfuerzo que está realizando esta comunidad con el apoyo de PAX Colombia y otras organizaciones, está relacionado con la resolución de conflictos de ordenamiento en el territorio. En la Mesa Interética e Intercultural, se han iniciado acciones para que todos los grupos étnicos de la zona puedan plantear sus necesidades.
“(…) La tecnología y los medios de comunicación han generado un cambio drástico y aculturación trayendo consigo la perdida de la Identidad Cultural. La mayor preocupación que se tiene, es la falta de interés de la comunidad por rescatar lo propio y que -poco a poco- se está dejando perder, terminando con los liderazgos y la organización social, que en algún momento fueron características, particularmente, del Santarroseño”.
Por ejemplo, se ha expresado que hay resguardos indígenas con necesidades de ampliación. También es necesario delimitar nuevas áreas de protección ambiental y también zonas de amortiguación de parques nacionales naturales. Se debe consolidar la zona de reserva campesina actualmente muy avanzada en su definición y delimitación, como en la concertación con los grupos sociales y una territorialidad para el colectivo afro.
La oportunidad está en los jóvenes y ese relevo generacional necesario para seguir construyendo un campo y una comunidad que, como en la de Santa Rosa, confluyen diferentes grupos étnicos. Es una oportunidad extraordinaria, en donde las acciones de resilencia comunitaria son ejemplo para todo un país. En un territorio que se blinda desde sus fortalezas para un futuro con desarrollo y paz.
[1] Fallo de tutela que se fundamenta en que el medio ambiente constituye un derecho de rango constitucional, contenido en el artículo IOII de la carta magna, regulador de los “Derechos colectivos y del ambiente”, en los cánones 79 y 80.
“(…) Art.79. Todas las personas tienen derecho a gozar de un ambiente sano. La ley garantizará la participación de la comunidad en las decisiones que puedan afectarlo”.
“Es deber del estado proteger la diversidad e integridad del ambiente, conservar las áreas de especial importancia ecológica y fomentar la educación para el logro de estos fines (…) “.
“(…) Art. 80. El Estado planificará el manejo y aprovechamiento de los recursos naturales, para garantizar su desarrollo sostenible, su conservación, restauración o sustitución”.
“Además, deberá prevenir y controlar los factores de deterioro ambiental, imponer las sanciones legales y exigir la reparación de los daños causados”.
Para el caso, los tutelantes, consideran que el problema actual de deforestación en el territorio amazónico colombiano y la falta de medidas, para contrarrestarlo, vulneran las prerrogativas a la vida, y a la salud, así como los derechos ambientales de las “Generaciones futuras”. Ordena la Corte, formular un Plan de Acción de corto, mediano y largo plazo, que contrarreste la deforestación y haga frente al cambio climático. (Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación civil. Bogotá, DC 05 de abril del 2018.)