El Concejo Municipal de Ámsterdam quiere que la empresa portuaria de esta ciudad realice una debida diligencia frente al carbón que proviene de Colombia. El miércoles 30 de marzo, la gran mayoría del Concejo expresó su preocupación por la presencia del carbón colombiano en el puerto de Ámsterdam, y pidió al conjunto de alcaldes y concejales adoptar medidas que tendrán como resultado la reparación para víctimas de violaciones de derechos humanos en la zona carbonífera del Cesar, Colombia.
Ámsterdam es después de Rotterdam el principal puerto estibador de Europa desde donde se distribuye el carbón. Cerca del 30 por ciento de ese carbón proviene de Colombia, debido a lo cual el puerto es parte de la cadena del carbón ensangrentado: el carbón que proviene de empresas que han estado involucradas en violaciones graves de derechos humanos.
La investigación de PAX sobre este tema, titulado El lado oscuro del carbón, propició que algunas facciones del Concejo hicieran preguntas respecto al papel del puerto de Ámsterdam en esta cadena.
En esta destacada investigación, tanto infractores como testigos declararon bajo juramento que, entre 1996 y 2006, las empresas mineras Drummond y Prodeco apoyaron a los paramilitares en la región minera del Cesar con dinero e información estratégica. En este período, en el Cesar fueron asesinados al menos 3.100 personas, y 55.000 campesinos fueron desplazados de sus tierras. Las víctimas y sus familias nunca han recibido ninguna reparación o indemnización.
Las empresas eléctricas y de carbón han ganado entre tanto grandes cantidades de dinero con la extracción minera, transporte e incineración de esta conflictiva materia prima.
Reparación de las víctimas
El Concejo aprobó anoche una moción presentada por los partidos políticos GroenLinks, CDA, PvdA y SP, en la que expresan el deseo de que las empresas holandesas que participan en la cadena del carbón de Colombia se adhieran a las directrices internacionales para la responsabilidad social de las empresas. Esto implica, entre otras, a las empresas de energía, las empresas estibadoras en el puerto, y al propio puerto. El objetivo explícito es que se den pasos claros hacia la reparación de las víctimas de violaciones graves de derechos humanos en la zona minera del Cesar en Colombia, para ponerle fin al carbón ensangrentado.
Dejar de comprar
Las directrices internacionales que citan los partidos en su moción dicen que mientras no se haga una reparación a las víctimas, las empresas concernidas deben dejar de comprar hasta que no se produzcan mejoras concretas. En vista de que las víctimas están esperando desde hace más de diez años y que las empresas mineras no dan muestras de querer establecer un diálogo constructivo, PAX considera que ya es hora de que las empresas de la cadena del carbón impongan una prohibición temporal a la importación de carbón del Cesar. Wouter Kolk, director de la campaña de PAX ha dicho que, “Esta poderosa postura del Concejo Municipal de Ámsterdam es un gesto de apoyo a las víctimas en Colombia. Corresponde ahora a las empresas holandesas de energía suspender la compra de carbón ensangrentado hasta que las víctimas de violaciones de derechos humanos sean reparadas”.