PAX finalizó su colaboración con la empresa energética alemana Energie Baden-Württemberg AG –EnBW-. Se tomó esta decisión, junto con las ONG alemanas MISEREOR y Urgewald, después de que EnBW publicara un informe sobre su suministro de carbón colombiano.
El informe, según las tres ONG, se lee más como un manifiesto de relaciones públicas que como un documento sobre derechos humanos. “El informe de EnBW es una bofetada para los milesde víctimas de graves violaciones de derechos humanos en la región minera colombiana”, dice el líder del Programa PAX Colombia, Joris van de Sandt.
PAX y las ONG alemanas han pedido durante años a EnBW que investigue las consecuencias para los derechos humanos de la minería del carbón en Colombia, que tenga expectativas claras de sus proveedores y utilice su influencia para impulsar un cambio crítico. La empresa finalmente publicó un informe, pero aún no está cumpliendo con el estándar internacional básico de derechos humanos que requiere identificar impactos negativos, abordarlos y comunicarse al respecto.
Un informe sesgado
El informe de EnBW no analiza las responsabilidades asociadas con el abastecimiento de carbón o la instalación de la minería del carbón en un área afectada por el conflicto. El informe no contiene un análisis adecuado de los impactos y riesgos en los derechos humanos, no incluye recomendaciones claras para que sus proveedores de carbón reparen los impactos en los derechos humanos, y no incluye un plan de acción.
Peor aún, en 80 páginas el informe se expone ampliamente la narrativa de las empresas mineras, pero no incluye un solo testimonio de víctimas o sindicalistas. Van de Sandt explicó que “es decepcionante que EnBW reduzca las demandas legítimas de miles de víctimas a una nota al margen, víctimas que recientemente tuvieron esperanzas de que las empresas mineras iniciaran conversaciones directas sobre temas de verdad y de reparación. Como resultado, EnBW, una empresa que ha comprado carbón de esta región afectada por el conflicto durante 18 años, se encuentra al final de la lista de empresas que cumplen con los estándares de protección en materia de derechos humanos.
Además, el informe afirma que “MISEREOR, PAX y Urgewald retroalimentaron detalladamente sobre versiones preliminares anteriores” y “apoyaron la investigación in situ y dieron recomendaciones para actores con quienes realizar diálogos en Colombia”. Ambas afirmaciones son falsas. En este contexto, MISEREOR, Urgewald y PAX han concluido que sus colaboraciones con EnBW no han resultado significativas ni efectivas, por lo que han decidido finalizar el diálogo con EnBW. Las ONG han comunicado esto en una carta a las junta ejecutiva y de supervisión de EnBW y han solicitado que EnBW elimine las afirmaciones falsas del informe.
Antecedentes de Carbón Ensangrentado
Los proveedores de EnBW establecieron sus operaciones en la región minera Cesar en medio del conflicto. Paralelamente al comienzo de la minería industrial, los paramilitares comenzaron a operar en la región y entre los años 1996-2006 desplazaron a 55.000 campesinos y mataron a más de 3.100 personas. Las empresas mineras se beneficiaron de la violencia y no tomaron medidas adecuadas que se esperan de las empresas que operan en un contexto afectado por un conflictoarmado.
Durante años, las comunidades víctimas han pedido a las empresas mineras que entablen un diálogo sobre su papel durante el conflicto y sobre posibles escenarios de reparación. Muchos de los competidores de EnBW, como Vattenfall, Uniper, RWE y Engie, han pedido a sus proveedores de carbón que comiencen un proceso de reconciliación con las víctimas de violaciones de derechos humanos a fin de poder pasar esta dolorosa página. Además de las empresas energéticas europeas, este llamado también ha sido apoyado por varias instituciones colombianas. El Centro Nacional de Memoria Histórica, por ejemplo, escribió un extenso informe sobre la minería en el Cesar en el que concluyó que “multinacionales y otros actores económicos deben evaluar los pasivos en materia de derechos humanos de sus antecesores y/o de ellos mismos, con el fin de remediarlos y repararlos a la luz de los estándares internacionales de empresas y derechos humanos y derechos de las víctimas.”
Lea más sobre el trabajo de PAX enrelación al carbón ensangrentado.