El primer domingo del mes de junio, y desde 1965, se conmemora el Día del Campesino, con el objetivo de reconocerle, a los hombres y mujeres, el papel fundamental para el desarrollo económico, la seguridad alimentaria y la conservación de las tradiciones culturales del país. PAX en Colombia, que hace parte del movimiento internacional PAX, con presencia en 15 países del mundo, hace un homenaje a estos hombres, mujeres y sus familias, sus luchas por reivindicar sus derechos, la igualdad de oportunidades y sus mecanismos de resiliencia.
De los 48.258.494 habitantes que tiene Colombia, el 22.9% vive en el campo. Sin embargo, los mandatarios han desconocido al campesinado como sujeto especial de derechos. En 2018, en la Asamblea General de Naciones Unidas, se adoptó la Declaración sobre los derechos campesinos. Sin embargo, Colombia se abstuvo de votar con otros 49 países más, a pesar de su evidente vocación agropecuaria, de su tierra fértil envidiada en otras latitudes y de la insistente reclamación del campesinado colombiano por sus derechos.
Los campesinos, han tenido que padecer en sus tierras el conflicto armado, el abandono, la invisibilización del Estado y el despojo de tierras. De manera sistemática se han incumplido los acuerdos de reforma agraria pactados como promesas de paz y las acciones concretas para dinamizar la economía rural, reducir la brecha entre las ciudades y el campo y mejorar su calidad de vida han sido compromisos vacíos.
Con la firma del acuerdo de paz en 2016, la esperanza de un campo próspero y en paz volvió a brotar. La Reforma Rural Integral, a través de los programas de Desarrollo con Enfoque Territorial, el Fondo de Tierras para su acceso y los estímulos a la producción agropecuaria, a la economía solidaría y cooperativa, se proyectaron como el camino hacia un nuevo campo colombiano. Hoy el movimiento campesino sigue esperando que no sea otro pacto incumplido y que la deuda histórica del Estado Colombiano sea saldada.
En plena pandemia por el coronavirus, los campesinos han sumado una nueva carga a la ya pesada historia que han tenido que vivir en Colombia: imágenes de cosechas perdidas, verduras, hortalizas, tubérculos y otros frutos de la tierra que se pudren a la intemperie porque no hay cómo sacarlos de las regiones para comercializarlos, llenan los titulares de prensa. Los grupos armados en las regiones han incrementado su accionar de amenazas, muerte, restricciones a la movilidad y persecución, toda vez que el aislamiento preventivo ha sido el ´caldo de cultivo´ para que se expanda y aumente el control territorial y social. A la fecha, según la ONG Somos Defensores, desde de la firma del Acuerdo de Paz hasta marzo de 2020, 442 líderes de procesos comunitarios, muchos de ellos campesinos, han sido asesinados.
PAX Colombia como organización defensora de derechos humanos que trabaja con comunidades en los departamentos de Cauca, Cesar y Meta, conmemora este mes, con tres historias de procesos que resaltan la dignidad campesina. En Cesar, los jóvenes campesinos de la zona del corredor minero y quienes han sido víctimas de desplazamiento forzado y otros hechos victimizantes, re aprenden los saberes de sus mayores para que el legado campesino no se pierda. En Cauca, la comunidad indígena, afrocolombiana y campesina, son ejemplo de alternativas organizativas locales para dejar atrás el estigma de la guerra y propiciar espacios de dialogo y convivencia. Y en Meta, las comunidades campesinas se enorgullecen de sus tierras y se asocian para fortalecer el trabajo rural en sus regiones.
En Cesar,
Arraigo, identidad y cultura campesina: legado para los jóvenes en el Cesar
En Cauca,
En Meta,
Dignidad campesina que vibra y permanece en la llanura
Detrás de cada campesino colombiano desplazado, hay un proyecto de vida destrozado, una tierra productiva despojada y abandona y una historia de dolor e injusticias. Detrás de un desplazado también hay, un ser que encarna el valor y la resistencia de hombres y mujeres que no renuncian a sus reclamos de justicia verdad y restitución a pesar de seguir viendo caer a sus líderes. Durante los años duros de la guerra, en el departamento del Cesar hubo cerca de 55 mil campesinos desplazados. Hasta hoy, un altísimo número de ellos, sigue esperando la restitución de sus tierras para poder reconstruir su vida. Conozca en el siguiente enlace el cortometraje “Desplazados: historias olvidadas del Cesar”, realizado por Joeri Beumer para PAX
Foto portada: Carlos Felipe Suarez
Colaboración: Santiago Forero Mantilla, equipo nacional PAX; Álvaro Gómez, equipo PAX Cauca; Milene Calvo, Equipo PAX Cesar; Nathalie Gómez, Adriana Veloza y Diana Quemba, Equipo PAX Meta.